martes, 12 de octubre de 2010

La Iglesia de Santo Domingo de Guzman en Escuintla. SU HISTORIA.


Del grupo de  dominicos enviados por Fray Bartolomé de las Casas a la región del Soconusco en 1543, todos enferman gravemente a su llegada a la región, muriendo Fray Luis de Cuenca. Este hecho obliga al gobierno eclesiástico a enviar al resto de los frailes a Quetzaltenango, capital de la entonces provincia de Guatemala.
Dos años más tarde de este suceso, en 1545, llega a la región Fray Miguel López  y ordena la construcción del templo en honor al Santo Domingo de Guzmán, el cual es construido de adobe y madera sobre una pequeña loma.

 Luego de la devastación causada por un huracán en 1794, la población se replegó hacia las partes altas de la zona, donde actualmente se encuentra la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, ahí  hicieron la agencia municipal y la propia iglesia fabricada con techo de teja, artesonas de madera de cedro, de una longitud de hasta 14 metros y reforzada con orcones (columnas) de palo de mora; cimentos de piedra quebrada  y paredes de adobe, combinando barro de olla y zacate. Esta construcción perduro hasta mediados del siglo XX, cuando a iniciativa del entonces titular de la Iglesia, el cura Juan Rodríguez Mejía,  da inicio una reconstrucción que perdura en la actualidad.
Hay un hecho sin precedentes en la historia de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán y surge a principio de 1925. Alentados por el gobierno de Plutarco Elías Calles, surge en México un movimiento cismático que rompe las  relaciones del gobierno mexicano con la Iglesia Católica, Apostólica y Romana y su Papado de Roma; naciendo así la Iglesia Católica Apostólica Mexicana. Este movimiento da origen en Escuintla a un conflicto entre el entonces titular de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán desde 1920, el cura Rubén Balcázar y el sacerdote José Ramírez, representante del movimiento cismático en Tapachula y que en noviembre de 1925 había tomado el control de la Iglesia de San Agustín en ese municipio, impidiendo que los clérigos  reconocidos por la Iglesia Católica Romana oficiaran misa en ese templo. 


A mediados del año 1929, al cura Rubén del C. Balcázar  titular de la Iglesia Católica Romana en el municipio de Escuintla, impedido para oficiar misas en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, se ve obligado a celebrar clandestinamente homilías en casas particulares, violando con ello las disposiciones de ley que el  Gobierno de Plutarco Elías Calles había impuesto en materia de culto.
Una denuncia del entonces presidente municipal de Escuintla, Abdias López Ibañez, enviada al Secretario General del Gobierno del Estado de Chiapas, fechada el 20 de septiembre de 1929, así lo corrobora:
-Me permito el honor de informar que efectivamente se verifico en este pueblo, la fiesta titular de Santo Domingo, el día 4 de agosto próximo pasado. Y con este motivo el cura presbítero señor Rubén del C. Balcázar, sin consultar a la Junta, ni a esta autoridad municipal intento hacer circular unas hojas sueltas en forma de programa, las cuales esta presidencia municipal a mi cargo ordeno fueran recogidas inmediatamente como sucedió, evitando así que publicaran, los que existen en este despacho y de los cuales adjunto uno a usted; manifestándole al mismo tiempo, que estos hechos inmediatamente fueron consignados al C. Agente del Ministerio Público en Tapachula, remitiendo a su vez un ejemplar.
Por lo mismo esta Presidencia Municipal, está dispuesta a hacer cumplir enérgicamente, las leyes sobre culto y a que se castigue a los infractores de ellas.-
El programa de festejos mencionado, señalaba que el cura Balcázar recibiría el templo de Santo Domingo de Guzmán y que se autorizaría la celebración de cultos en el mismo; el volante está fechado el 30 de Julio de 1929 y firmado por el entonces presidente del Comité Central Religioso, Alfonso Rudamas.
Este hecho confronta a un parte de la población, quienes en otro escrito, culpan de la imposibilidad de que el cura Rubén Balcázar tome posesión del templo, a la Junta Municipal de Festejos y a la Presidencia Municipal, aliados del sacerdote José Ramírez, representante de la Iglesia Mexicana. Fue a mediados del 1934 que este conflicto llega a su fin, con el desgaste del movimiento cismático en la región y el cambio del cura José Ramírez como titular de la iglesia en el   municipio de Ixtapa.
Es importante señalar, que pese a estos hechos, mientras duro el conflicto las fiestas de Santo Domingo de Guzmán, no dejaron de celebrarse, demostrando el arraigo que estas tienen entre los habitantes del municipio. 


Como mencionamos anteriormente, la reconstrucción de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán se inicia en noviembre de 1963, a iniciativa del cura Juan Rodríguez Mejía. La aprobación y colaboración entusiasta del pueblo escuintleco se ve de manifiesto en sus aportaciones, sea dinero en efectivo, o trabajo personal.


La reconstrucción del nuevo templo se culmina en mayo de 1965, tan solo año y medio después de su inicio, tiempo record en este tipo de edificaciones. Culminada la obra del templo,  en octubre del mismo año se inician los trabajos para la construcción de la casa parroquial y sus oficinas, indispensables para el buen funcionamiento de una iglesia. En diciembre de 1966 se termina la planta baja de la casa parroquial y en la torre norte del la iglesia luce un reloj que regalan los estudiantes escuintlecos. 
El 27 de diciembre de 1967 es consagrado el nuevo templo al cual le otorgan categoría de Parroquia. En enero de 1968 se terminan los trabajos de la planta alta de la casa parroquial y en el mes de julio de 1969 son culminados los trabajos de las oficinas y el salón de labores para la juventud en su plata alta.


Mujeres y hombres de la época recuerdan las arengas del “padre Juan”, que acompañadas de música vernácula los convocaba a través de un altavoz,  “¡necesitamos mano de obra, jóvenes, adultos!, ¡Mujeres, hacen falta discos, ya no hay balas! (en referencia a las tortillas y frijoles para mitigar el hambre de los trabajadores); ¡Don Mingo Pérez, lo necesitamos! (él era el jefe de la obra)”.